Ponte en la situación… cuando entregas un trabajo a tu cliente y su respuesta es sólo crítica, de repente sientes que nunca hubieras estado en reunión previa con él, porque nada de lo que te está retroalimentando lo habían hablado antes.
Este es el ejemplo estrella para que entiendas qué son las habilidades blandas.
En esta situación no va a ser relevante tu título de pregrado o posgrado, puedes ser el máximo especialista y estar 100% seguro de tener la razón, pero no vas a salir exitoso de esa situación si no sabes manejar la relación y conversación en caliente con tu cliente.
Entonces, ¿cómo saldrás exitoso de esta conversación?
¡Haciendo uso de tu inteligencia emocional! Mucho dependerá de la manera en que gestiones la frustración o rabia que sientes en el momento, de tu capacidad de ser empático y compasivo, y de tu habilidad de persuasión e influencia.
Todo esto hace referencia a tus habilidades blandas y lo vas a lograr sólo si te conoces bien, porque así podrás salir de tu centro y entender que la situación no es personal y usarás tus habilidades blandas para acceder a todo tu conocimiento y comunicarlo asertivamente a tu cliente.
No pierdas la creatividad, ni siquiera en estas situaciones, esta habilidad no es sólo para crear cosas nuevas, sino también para relacionarte de manera distinta.
Hasta el momento hemos mencionado 5 habilidades blandas críticas para ser exitoso en el mundo del trabajo.
Si quieres profundizar no dejes de leer este artículo de Forbes que resalta las 10 principales habilidades para el futuro del trabajo: Las 10 habilidades vitales que necesitará para el futuro del trabajo.
Ahora, entendamos qué es una habilidad y cómo se diferencia de una competencia.
La competencia es la sombrilla. Imagínenla como un iceberg, la punta es lo visible y ahí están las habilidades y tu conocimiento.
Dense cuenta que el conocimiento sin las habilidades pierden relevancia. Ya no importa el que más tenga conocimiento sino el que mejor lo use para relacionarse. Lo que no se ve del iceberg es el autoconcepto, la personalidad y la motivación.
Todo eso es una competencia.
Ahora una habilidad es lo que se ve, sin embargo sin lo que está en la base, esa habilidad no existiría y el desarrollo no tendría dónde apalancarse.
Por eso el autoconocimiento y motivación son determinantes para que domines la habilidad.
Hagamos zoom en la habilidad.
Esta es la capacidad de usar tu conocimiento, acceder a él y dominarlo de manera asertiva para relacionarte con los demás dentro de un contexto y se alimentará con tus experiencias.
Regresando al ejemplo inicial: ponte en la situación…
Estás entregando un trabajo a tu cliente y su respuesta es sólo crítica. Parece que nunca hubieras estado en reunión previa con él, porque nada de lo que te dice lo habían hablado antes
Responde con sinceridad a estas preguntas.
Frente a una situación como esa, haz estas reflexiones:
Identifica tus talentos y habilidades, para qué eres bueno y para qué no tanto.
Haz un plan de acción para perfeccionar tus habilidades.
Ten en cuenta estas habilidades blandas y trata de mejorar en ellas:
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Escrito por:
Isabela Restrepo Saavedra
Psicóloga con maestría en Pensamiento Estratégico y Prospectiva. Fundadora de Quipu, un espacio para para acompañar a profesionales que están en proceso de crecimiento en su carrera profesional y buscan alcanzar nuevos objetivos.
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