Escala de usos de la Inteligencia Artificial en mercadeo y comunicación
¡Bienvenido al 2024, un año que marca el inicio de cambios significativos en el ámbito del marketing y la comunicación digital! Hoy, la Inteligencia Artificial representa lo que en el pasado fue descubrir el fuego.
Ha comenzado el año y como se anticipó a nivel de mercadeo y Inteligencia Artificial digital, empezaron los movimientos en la eliminación de las cookies y con ello el segundo aire de la publicidad nativa y la contextual; viene también, creciendo el uso del video en todas sus formas con la particularidad de ahora ser parte, en un delicioso, y de gran tasa de conversión, mix con los formatos tradicionales y, por supuesto, la Inteligencia Artificial como generadora de contenido, como herramienta para pulir ideas, desarrollar conceptos e, incluso, anticipar segmentos.
Eso, hasta ahí, tiene pinta de normal tirando a más de lo mismo, pero no lo es tanto, menos cuando te sientas a conversar con gente que no está inmersa en el mundo del mercadeo o de la comunicación virtual y que tampoco, como yo, hace parte de los dinosaurios digitales.
Durante las festividades de fin de año, concretamente en la cena de San Silvestre, el 31 de diciembre, tuve la fortuna de compartir con amigos y sus familias, uno de los temas claramente, fue la educación de los hijos y la entrada “sin anestesia” de las nuevas plataformas y herramientas, una de ellas, la inteligencia artificial (IA).
Una de las madres presentes,Dessislava Grubhofer de origen bulgaro; profesora universitaria, graduada en ciencias de la comunicación en la Merz Akademie de Alemania y yo tocamos el tema de los avances de la Inteligencia Artificial y su entrada, no solo en los campos profesionales en los que está, sino en su rol dentro de las acciones de educación y docencia, en donde, con algunas aplicaciones, los docentes podemos “clonarnos” para dictar una clase o enseñarle a un asistente virtual, un bot, a que resuelva inquietudes generales de los estudiantes.
¿A dónde vamos a parar? me preguntó Dessi, agregando: “Creo que la humanidad no está 100% preparada para esto, me lo imagino como cuando apareció el primero que dominó el fuego”
¡Wow! pensé, no había visto más allá del día a día del uso de esta tecnología y sí, tiene razón. Justo leí hace poco que hay científicos trabajando para que las ondas del cerebro se conecten a aplicaciones Inteligencia Artificial y puedan ir graficando lo que van pensando y haciendo, ya eso es otro nivel en la escala de usos.
Se dice que la Inteligencia Artificial, bien entendida y usada, más que un reemplazo es un complemento, pero, esa es la clave, “bien usada”. En mercadeo es común tener amantes de las tendencias y que, desde esa pasión por ellas, las quieran usar sin objetivos claros y hasta, con excusas adelantadas si les ofende, por capricho.
Lo que dice Dessislava es claro, la Inteligencia Artificial no es un juguete al que se le pueda sacar de todo sin que reciba nada, recordemos que ella, por su configuración, está hecha para entregar resultados desde lo que aprende, así que si no la instruimos bien y/o, no le proporcionamos parámetros claros podrá, incluso, afectar lo que nosotros consideramos como real porque, como nos basamos en intuición y no en análisis, quizá la Inteligencia Artificial nos vaya entregando imágenes, textos, videos y emociones, sí, emociones, que no sean muy humanas que digamos y que, de a poco, vayamos perdiendo nuestra humanidad y capacidad de filtrar las cosas.
Estamos ante la oportunidad enorme de darle uso correcto a este avance o, como se hizo con el fuego, encontrarle usos adicionales no tan beneficiosos. Reto para la humanidad, para quienes alimentamos la Inteligencia Artificial y para quienes la reciben. Lo cierto es que nada es o será como antes y, aunque suene a llover sobre mojado, la realidad podría ser algo “retro” o incluso vintage en algunos años.
Este año, estamos escribiendo un nuevo capítulo en la historia, una versión “retro” pero con un toque futurista. El 2024 nos desafía a abrazar la innovación con responsabilidad y a construir un futuro donde la tecnología y la humanidad coexistan en armonía.